

El agua y la primera luz
Diego Roel
En una vastísima llanura anegada de claridad, Diego Roel vierte luz entre dos cántaros, en cuarenta y un movimientos que contienen la experiencia del encuentro amoroso. “En mis ojos la belleza es agua demencial de luz”, escribe Jorge Smerling en pleno asombro ante lo luminoso; el mismo del poeta ante el amor, que permite que la vida comience de nuevo y se renueve sin fin.
AUTOR: Diego Roel
NÚMERO DE PÁGINAS: 62 p.
FORMATO: 20 X 14 CM.
AÑO DE EDICIÓN: 2025
ISBN: 978-631-90528-5-5
COLECCIÓN: Astrolabio – Poesía argentina
Acerca del libro...
En una vastísima llanura anegada de claridad, Diego Roel vierte luz entre dos cántaros, en cuarenta y un movimientos que contienen la experiencia del encuentro amoroso. “En mis ojos la belleza es agua demencial de luz”, escribe Jorge Smerling en pleno asombro ante lo luminoso; el mismo del poeta ante el amor, que permite que la vida comience de nuevo y se renueve sin fin. Roel nombra el cuerpo de la amada para convencerse de su materialidad frente a la posible visión delirante del deseo, e ilumina la trascendencia de quien se confunde con el todo, en un encuentro que se despliega en sus facetas mística, carnal y divina, como en un nuevo Cantar de los Cantares que el poeta haya hecho suyo.
Los amantes se entregan y todo es; cuando el encuentro ha de darse, la ofrenda es exacta, justa. No se trata de descifrar el canto de los pájaros ni de descubrir “el nombre de los secretos vientos”, sino de ir al encuentro de la virulencia de la experiencia amorosa. Hay valor en la entrega absoluta, como en el niño que toca por primera vez el mar.
Emilia Conejo
Introducción
El agua y la primera luz, viaje infinito a lo más próximo.
La lengua materna, que al mismo tiempo es un fundamento,
es hacia allí hacia donde se dirige el amor.
Jacques Lacan
De hojas de palmera es tu carruaje. O también: Como la luz de la aurora llegas. Así leemos, y constatamos que se tratará de un viaje. Lo veníamos sintiendo, viajábamos también, pero lo constatamos en lo escrito, lo confirmamos como esa verdad que se juega entre el misterio y la revelación, entre el des-ocultamiento y lo que no se da a ver. Sí, se tratará de un viaje siempre: No rompas todavía la tela del tiempo, dice la voz que emerge de la luminosidad líquida. No rompas todavía la tela del tiempo porque infinitos son los giros alrededor de lo indecible, alrededor de lo imposible, de aquello que nunca hubo ni habrá pero late vivo en el núcleo de lo que nos constituye. Tu voz se encarama y toca / el imprevisto centro de un poema / que nadie ha escrito todavía. El imprevisto centro de un poema. ¿Fue Juarroz el que dijo que el poema es la expresión abrupta de una realidad fundamental? Sí, se lo leí a él. Diego Roel así lo capta, porque así lo vive. Es la vida viviente lo que está en juego y eso se transmite. De ahí la potencia de su escritura. Todo lo que te rodea es imposible / Misteriosa potencia es la que siempre / tu palabra porta. Esa es su propuesta estética: configurar en palabras el borde de lo no dicho. Y esa es también su propuesta ética: agregar ser al ser, intensificar el ser. Roel sabe transmitírnoslo, hay una experiencia vital en juego.
En esta época, signada por la pérdida de la capacidad de transmisión necesaria para que la mera vivencia se constituya como experiencia humana —tal como supieron plantearlo en su momento Benjamin y Agamben—, la poesía se nos presenta como una poco transitada vía regia para su recuperación. El viaje de este libro va por esa vía. La del compartir la intensidad de una experiencia vital —la del encuentro amoroso— a través de la experiencia de lectura. El habla introduce una forma particular de pérdida en el mundo: hablar es hacer desvanecer las cosas, alejar su inmediatez, obstruir su inmediatez mediante la intervención del lenguaje que es arte y parte de nuestra constitución subjetiva. Rudolf Otto se refería a la nostalgia por lo absolutamente heterogéneo, Gottfried Benn, a la “melancolía que a la poesía conduce”. La operación metafórica lleva más allá lo sensible y mundano y trae más acá al Otro mundo, ese que está allende los sentidos, plantea Murena. Roel transita la vía regia de la poesía llevando y trayendo. Lo próximo se vuelve lejanísimo como las estrellas, extraño, misterioso. Pero esas estrellas pueden tocarse en cada letra. Esa agua primordial, esa primera luz, pueden tocarse. Como la criatura que señala y nombra con sus primeras palabras, esa pureza original revive en su escritura.
Raquel Jaduszliwer

Acerca del autor...
Diego Roel nació en Temperley, Provincia de Buenos Aires, en 1980. Sus últimos libros publicados son: Kyrios (detodoslosmares, 2016), Las intemperies del mar (detodoslosmares, 2017), Shibólet (Griselda García editora, 2018), Kadosh (detodoslosmares, 2019), El infierno es una bestia callada y triste (detodoslosmares, 2020) Andréi Rubliov (Premio Alegría 2020 del Ayuntamiento de Santander, Ediciones Rialp, colección Adonáis, Madrid, 2020) y Los cuadernos perdidos de Robert Walser (Premio Internacional Loewe de Poesía 2023, Visor, Madrid, 2024).
Reside en Posadas.